COMO ÁRBOLES
…así
pues
desde
este misterioso confín de la existencia
los
otros me ampararon como árboles
con
nidos o sin nidos
poco
importa
no
me dieron envidia sino frutos
Mario
Benedetti
como
árboles
00
hay árboles
lumbre de ramas
raíces de agua
la raíz es el corazón de un árbol
pero
si el corazón
no es un árbol
pero
si de la lumbre
y del agua
un corazón
nace
y
renace
en un árbol
01
si
de árboles hablamos
miro
nubes de marzo a nueve pies sobre el suelo
sí,
de árboles hablamos
y
veo campos de cerezos en las avenidas
si
de corazones hablamos
reconozco
tus ramas detrás de los rascacielos
si
de corazón, hablamos
pienso
el ocaso resplandor de tu piel cometa
02
descanso
músculos en la tierra
en
esta sombra mi casa
llamo
hogar a estas raíces árbol
por las hojas se me escurre
el
viento respiro
aspiro polvo
mis
ancestros
no sé en
invierno tal vez
me azote otra
vez el sueño
o el
agua dientes de hielo
mastique
corazón
mis
abrazos rama
cuerpo
tronco
piel
araña
soy mi casa soy tu casa
hogar de las aves ruido
soy mi sombra soy tu sombra
nube
parasol de tu cuerpo descalzo
soy savia agua cascaron
alimento de mil hormigas
03
como
los árboles me siento junto a ti me siento junto a ti como copas cabellos redes
en el mismo aire y nos reconocemos como ramas que se abrazan me siento junto a
ti
como
los árboles bajo sabanas de concreto nos encontramos nos encontramos como pies
y manos en el agua y nos conocemos como
raíces profundas arterias bajo sábanas
nos encontramos
04
qué
tal si fuésemos arboles
acaso
nos reconoceríamos en el volumen del bosque
acaso
nos encontraríamos bajo idénticas nubes
acaso
nos abrazaríamos con las ramas
acaso
repito acaso se fundirían nuestras sombras
pero
qué tal si el sol y la lluvia y el viento
sonasen
en el mismo segundo
en
nuestras hojas y ramas y cuerpos
pero
qué tal si tú fueses árbol
de
fecundas semillas
de
raíces en
el agua
de corazón profundo mi alimento
pero
qué tal si imagino que tú eres árbol
de
ramas nebulares
cristales hojas
de cuerpo vertical mi sustento
entonces yo podría ser otro árbol
un
sauce centenario
el
polvo y la ceniza
alimento
del ocaso
resplandor
de los hogares
y tú serías árbol
esas
hojas traslucidas
ese
sonar en el viento
( )
ansío la velocidad que tome en tus
huellas
en la larga frontera de tu silueta
05
la densidad
de lo que no existe
apenas tú
apenas yo
a penas el tiempo
apenas
algo que se va
quizás
nosotros desprendiéndonos de nosotros
gotas de arena en un remolino
nosotros que nos vamos de nosotros
agua a través del agua
en la evaporación de los trópicos
y nosotros nos despedimos de nosotros
y de nosotros queda poco menos que una
hoja
flotando
[ ]
mis manos sin las tuyas
riesgo de ser cristal
mis manos sin las tuyas
se quedan quietas
y a veces ramas rotas
06
sueño con la altura del oxígeno
tu
cuerpo aire
tu
piel cometa
sueño
sueño
con las partículas del sol
la
geometría de las nubes
la
fórmula del vacío
sueño con mis hermanos ave
tu
azul profundo
tus
largas sombras
sueño que yo no soy
y
no soy más que sombra de tarde
oscura
gota
me
contemplo piedra hueca
el
nudo reflejo
sueño
sueño
con la gravedad cero
sonar
el mar cayendo
cayendo
mirar
como
mira el halcón
como
mira la lluvia
07
estas hojas nuestras crecen, como aves
que
se van
a
un verano austral
estas hojas nuestras que crecen
como
aves, se van
al
curso solar
estas hojas nuestras
bruma perforada por rascacielos
montaña
que muerde atardeceres
esto nuestro que se transforma
en
rojo y azul, en luces, en amaneceres
vuelve
vuelvo
vuelves
08
hay algo interno, un relámpago de
nervios
que nos acelera por encima del sonido
un pulso que nos conecta a lo más
profundo de la tierra
una espiral que crece desde el centro
mismo del sueño
09
lo
que se ha ido
con
las moléculas curvas
con
las líneas infinitas
en
los círculos concéntricos del tiempo
[miro el sol construir espejismos
con la arena de nuestros cuerpos]
aquí
poco
a poco
algo
vuelve
tus
manos junto a mis manos
cóncavo
recipiente
donde
aguarda la lluvia
para
nosotros
10
era cierto pues
que de árboles nacimos
y como árboles
nos habremos de despedir
así lo sabían
los que sembraron su cuerpo
y de su corazón semilla
nació un árbol
y dio sus frutos
para que viajarán con las aves
11
si
de árboles hablamos pienso en los centenarios sauces en los campos de cerezos
en pequeñas fortalezas de hojas en ramas nebulares
[si
el corazón del mundo es humano / si el corazón de un árbol es humano / si el
corazón del mundo es un árbol / si el corazón del humano es un árbol]
hay
ramas que se reconocen más allá del tiempo hay raíces que se encuentran en lo
profundo del agua hay corazones que son uno mismo en árboles distintos
…cuando
las ramas y raíces se abrazan, el árbol de la vida florece…
Santiago
Pando
lámparas azules
i
era
así, el mar
y
sus dientes arrecifes
la
pálida tristura que escala
llegó
con sus esqueletos
a
mención de tortura
en
el zurcido de los puertos
todo
se cuela al mar
las
pieles que resuenan al viento
ella
erosión de su cuerpo
a
distancia de telescopio
la
cúpula sin celeste
mi
barco sin sextante
ii
abro
puertas caracoles
me
llega el mar a los oídos
gasto
sombras desteñidas
en
material para las redes
en
barcas y atardeceres
muevo
muros de arena
un
paso otro paso otro más
hojeo
los monstruos sumergidos
los
fantasmas que oscilan
en
un remolino la profundidad
hundo
lámparas azules
un
metro otro metro otro más
y
nada hay
iii
todo desembarca al mar
el peso de los pasos
que traspasa el agua
el mar trae sus lejanos abrazos
aquel eco de su pecho
el oleaje infinito
el mar atrae
el ruido de su cuerpo en un beso
en el viaje lento de las ventiscas
ella que fue
el golpe sonoro de la noche
ella conforma
naturaleza artificial en las pupilas
ella que es
angosto vientre agosto
ella
quietud amante quieta
ella
la catedral celeste de mi sueño
ella
el reflejo de la mar en calma
ella
que el mar la trae en cada nudo
iv
llueve
tiembla
el cielo por completo
y
su palabra es agua
en
su exterior
el
agua se perturba
antes
de nacer
llueve
se
derrumba el mar entero
y su palabra es tormenta
en
su interior
la
pupila se aclara
antes
de morder
ojo
hipnótico
ojo
mandíbula
ojo
costillar
el
diluvio nos azota
sus
fauces sal del oeste
sus
manos marea de alambre
el
sol encapsulado
ante
la presión del agua
no
despertará este día
hoy
no la encuentro
el
rumbo es un círculo perfecto
de
largas velas
v
dijo, el mar, proveeré
porque en mayo
cualquier
hombre es pescador
apresuro recuerdos míos
historias que ya no son mías
el tiempo que no espera
en la dinámica fiebre del agua
fosforescencia ella que se anega
cuerpo ella que arquea el aire
vi
su
corazón era el mar
y
yo fui tierra
y
la contuve y me contuvo
ella
fue el mar
y
le concedía volumen a su ser
y
le cedía su forma a mi cuerpo
pero
cómo quisiera describir
con
los modales del agua
las
islas de su cuerpo
vii
duerme el sol
blanco sol blanca piedra
que se escurre
barco blanco
mi cuerpo barco
composición de astillas
duerme el mar
opaco cristal
que no entrega reflejo
pálido arrecife
que muerde al sol
y su espejismo
blanco sueño
blanco amor
blanco su recuerdo
blanca ceguera
el blanquecino abismo
de nosotros mismos
blanco vacío
la sombra caucásica
del mediodía
blanca mente
pulcritud de soñar
la nada
blanca quietud
blanca tristeza
blanca sombra
blanca el agua
viii
la
arena una hoja y un muro
afiladas
palabras enfiladas
material
de muros contrafuertes
la
vida que sostiene al mar
llega
la noche
desnuda
piedra
con
desérticos faros
que
se nublan
y
el mar contenido
duerme
en la arena
y
el cuerpo un vaso
que
saluda a los arrecifes
la
fragilidad frente a los arrecifes
fundido
escondido
confundido
el
mar en el cuerpo
y
la memoria que se rompe en los acantilados
ix
y
el sol caldera
que
desnutre e iguala
aquello
que le pertenece
y
todo aquello que toca
hasta
la condición del aire
y
todo aquello al parecer invisible
se
recupera y trastorna
en
arena
que
el mar transforma
nos
transforma
x
la
tierra es la escritura del mar
repaso
su libro de historias
sobre
la piel del mundo
aprehendo
la naturaleza del agua
se
trata de llegar eso es todo
siempre
a algún lugar
la
busco
y
pulso el mapa de los desconocidos
en
la marea de nubes
que
comanda los cursos
a
incontables puertos
que
la memoria no conoce
xi
le
hablo al mar
suponiendo
respuestas
y
escribo al mar
y
el mar, no me conoce
y
escribo al mar
y
el mar, no tiene nombre
Arturo Vázquez García, Puebla, México. Arquitecto y Escritor. Estudios de Licenciatura en Arquitectura y Maestría en Diseño Arquitectónico por la Universidad Autónoma de Puebla . Cursos de talleres literarios de poesía en el Instituto Municipal de Arte y Cultura de la Ciudad de Puebla. Sus poemas han sido publicados por el ahora extinto suplemento Catedral del periódico Síntesis Puebla, y en compilaciones de Cascada de Palabras Cartonera.
ENTREVISTA EN CODIGO DF radio x internet de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, entrevista grabada.
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